Hay que admitirlo. En Guatemala las ventas digitales antes de la pandemia se encontraban en un nivel muy bajo. A la gente le gusta ir a las tiendas, comparar los productos, tocarlos, verlos, y en general ser asesorado por una persona de manera presencial.
¡Por supuesto! la adaptación a las ventas no presenciales es diferente para cada tipo de empresa. Algunas compañías ya tenían desarrollada su estrategia de ventas online, sea a través de un ecommerce o focalizándose en los canales digitales para tomar pedidos. Otras empresas, principalmente las pymes, debieron adaptar sus estrategias de ventas a las nuevas dinámicas no presenciales.
Lulu Macdonald, experta en marketing digital, establece parámetros para que esta práctica se convierta en una realidad para muchas empresas que aún no están digitalizadas.
“Lo primero que se debe hacer es establecer una relación de valor, con el cliente, en remoto y a través de un vínculo. Particularmente en el tema de la construcción vemos que encontrar los segmentos apropiados es prioritario”.
La experta, nos lista una serie de aspectos que podemos entender:
Ofrecer opciones de autoservicio
El autoservicio hoy se torna una necesidad para concretar las compras desde casa. Es importante que el usuario pueda hacer todo el camino de la compra de forma fluida, en un solo proceso digital desde la elección de los productos hasta la realización del pedido y el pago. Cuanto más simple y ágil es el proceso de compra de extremo a extremo, más posibilidades de que se concrete la venta y que ese cliente vuelva a elegir la empresa la próxima vez.